Caso práctico: sueños de mandarina; riego de un huerto de cítricos con la ayuda de Masterflex

«Dado que los caudales de agua que utilizo pueden variar de 20 a 250 galones por minuto (GPM) en función de la necesidad, la combinación de bomba y tubos es ideal»

 

Imagínese a usted de pie en medio un huerto de cítricos envuelto de mandarinos. Es verano en el Valle de San Joaquín, el sol calienta, y los vecinos de este centro agrícola de California se dedican a obtener una cosecha abundante.

Los aspersores sacan agua procedente de la nieve derretida de la cordillera de Sierra Nevada. El agua se acumula en lagos y embalses y se distribuye a los cultivos de la comunidad, dado que es la fuente principal de riego. En la granja Earthly Delights, se riegan 10 acres de árboles a lo largo del día. Junto con el agua que sustenta a los cultivos, el sistema de microaspersores recoge la arena, el polvo y demás partículas, así como la floreciente población de algas, todos perjudiciales para los cultivos.

Tangerine Dreams

Desde 1998, Ronny Tannenbaum es propietario y dirige la granja Earthly Delights en el condado de Tulare. Para aumentar la presión del agua de sus sistemas de riego, incorporó una bomba centrífuga. No obstante, debido a las pérdidas por fricción y las diferentes elevaciones del terreno que provocaban una variación de la presión, también incorporó compensadores de presión para conseguir una mayor uniformidad.

Tannenbaum también inspeccionaba periódicamente los aspersores por si se atascaban y descubrió que estos se taponaban a menudo. Así que llevo a cabo una limpieza del campo. Por unos cuantos miles de aspersores, a ello se le sumó más tiempo y esfuerzo del que quería invertir.

«Se convirtió en un engorro, que sufrí todo el verano pasado y al inicio de este verano,» comentó. Los filtros de medios para arena limpiaban el agua de partículas, pero no eliminaban las algas, cuyo crecimiento estaba fuera de control.

La solución

Tannenbaum examinó las opciones de las que disponía. Descubrió que la inyección de pequeñas cantidades de cloro en el agua permitía controlar las algas. Los granjeros que utilizaban el riego por goteo, un proceso lento a baja presión, inyectaban cloro en sus sistemas. Para algunos, el uso de cloradores (cámaras despresurizadas como las que se utilizan en las piscinas) permitía conseguir tasas uniformes de cloro. El producto químico en forma de tabletas secas se disolvía a determinada tasa y la solución era bombeada al sistema principal.

Una vez en posesión de esta información, Tannenbaum reflexionó en cómo la aplicaría a su huerto. Su situación era complicada, dado que no siempre regaba todo el huerto de una sola vez. Debido a que tiene diferentes tipos de tierra que requieren cantidades de agua diferentes —aspecto que tiene impacto en la calidad y la producción de la fruta— el huerto tiene más de una zona. Algunas zonas requieren un riego de 250 galones por minuto, mientras que otras necesitan mucha menos agua.

Después de investigar el cloro, descubrió que era químicamente agresivo, sobre todo con el acero y dañaba determinados plásticos haciéndolos inservibles, además de ser inestable, especialmente en días calurosos.

Para inyectar cloro en el sistema de riego y evitar algunos de los inconvenientes que implicaba el uso de un clorador, necesitaba una bomba que pudiera soportar los efectos corrosivos del producto químico y a la vez variar fácilmente el caudal.

El sistema (mejorado)

Como ya estaba familiarizado con las bombas peristálticas, Tannenbaum recordó que moviendo un dial en la bomba se podía cambiar el caudal. Tuvo la corazonada de que la bomba peristáltica adecuada podría ser la respuesta. Se puso en contacto con nosotros y habló con los especialistas técnicos de aplicaciones, que le recomendaron la unidad digital de velocidad variable Masterflex L/S® Economy, el cabezal de bomba L/S® Easy-Load® para tubos de precisión y tubos para bomba Norprene® .

Masterflex is Key

Con el sistema de bombeo Masterflex L/S, el producto químico solo entra en contacto con los tubos, por lo que resulta relativamente fácil y económico de sustituir. Esto resulta especialmente importante porque también puede bombear productos químicos agrícolas, incluidos herbicidas, que pueden comerse la juntas y otras piezas del equipo.

«La ventaja de este sistema de bomba peristáltica es que el propio sistema está aislado del producto químico —solo los tubos entran en contacto con él», comentó Tannenbaum.

Aunque una bomba de diafragma podría ser más económica, no podría gestionar el bajo caudal que él necesita.

Antes de realizar la compra, Tannenbaum quiso asegurarse de que los tubos resistirían la solución de hipoclorito sódico a la vez que conservarían la estabilidad a los rayos ultravioletas (UV). Se sabe que los rayos UV rompen los plásticos. «Los tubos Norprene me convencieron de que iba a funcionar», declaró.

Tannenbaum instaló el sistema a principios de junio, e inyectó la solución en el lado de la entrada de la bomba centrífuga del agua. Las algas empezaron a desaparecer.

«Ahora estoy contento de poder decir que las algas ya casi forman parte del pasado. He modificado algunas variables, cambiando a una solución del 6 % por considerarla más estable. Dado que los caudales de agua que utilizo pueden variar de 20 a 250 galones por minuto (GPM) en función de la necesidad, la combinación de bomba y tubos es ideal. Con la simple pulsación de unos pocos botones, puedo ajustar el caudal de la solución de cloro adecuada. Sin realizar ningún otro cambio que el ajuste del caudal, este sistema podría tratar hasta 1.000 GPM si fuera necesario,» declaró. «Lo recomendaría.»